Alexa Mamani Calsin: Guardiana de la primera semilla del Proyecto Libros Con-Sientes y la "Red de Escuelas Muyuy"
Por Ladoyska Romero - Jun 23, 2021
"Vuela, vuela y vuela con nosotras". Ese fue el sentir de Ladoyska y sus hermanas Karen y Kantu al conectar con el corazón de Alexa Mamani.
Había transcurrido un año desde el encuentro mágico con mamá Anselma. Ladoyska retornó de su viaje por Europa con la visión clara que era tiempo de comenzar a materializar su misión de vida. En noviembre de 2019 decidió retornar a la mágica Isla Amantaní en compañía de Thomas Wallstein. El reencuentro con la energía del lago Titicaca la sumergió en un éxtasis de gratitud; todo lo que había experimentado en su vida hasta ese momento la estaba guiando a esa misión. Tenía la sonrisa y mirada de mamá Anselma plasmada en sus memorias, el reencuentro con ella fue la sensación de encontrarse en casa.
Después de un descanso y un delicioso almuerzo, Ladoyska conversó con mamá Anselma y su hija Alexa. Hasta ese entonces, solo habían entablado un saludo con Alexa, pero ese espacio fue propicio para que despertara en Ladoyska la curiosidad de conocer más sobre la joven.
La pasión y la fuerza de espíritu que transmite Alexa al hablar de su misión en la educación y el compromiso con su comunidad es digno de imitar; ella es educadora de formación profesional y desde muy pequeña estuvo consciente de su misión: junto con sus hermanos, Abel y Juan Carlos, ayudaba a sus padres en el espacio que crearon en casa para ayudar con las tareas escolares a las niñas y los niños de su comunidad. Alexa confía en una educación con amor para un cambio consciente en el mundo; sigue firme con ese compromiso, reaprendiendo y acompañando a jóvenes adultos analfabetos que desean aprender a leer y escribir y, aunque cuenten con recursos limitados, se las ingenia para que ellos no dejen de soñar.
El corazón de Ladoyska latía fuertemente porque reconoció que junto con Alexa tejerían la tribu en la Isla Amantaní. Al regresar a Cusco, Ladoyska narró a sus hermanas Karen y Kantu su experiencia del reencuentro con mamá Anselma y su hija Alexa, y la decisión que había tomado: la primera semilla a sembrar sería en esa mágica isla.
Tiempo después se realizaron otros viajes a la Isla Amantaní para seguir construyendo los pasos de esta misión de servicio y amor. En una de esas visitas, Karen y Kantu conocen personalmente a Alexa y resonaron en sus almas que Alexa era la guardiana de esta primera semilla y era parte de la tribu.
Comparte este artículo :Publicaciones destacadas:
Publicaciones destacadas: