Sembrando la primera semilla: experiencia piloto de la “Red de Escuelas Muyuy” en Isla Amantaní
Por Karin Zárate (Kantu) - Jun 30, 2021
La mágica Isla de Amantaní convocó la unión de la tribu “Muyuy”, quienes convencidos de ver nacer sus sueños ahí, dieron pie a una de las experiencias más inolvidables y gratas. Este sueño se cristalizó con el apoyo desinteresado de dos almas que resonaban con la misión y quienes son considerados los padres de “Muyuy Tejiendo Tribu”: Carla Pedrazzini (Suiza) y Thomas Wallstein (Alemania).
Además de las fundadoras Ladoyska, Karen y Kantu, acompañaron en esta travesía hermosos seres de luz comprometidos con la misión: Alexa, Abel, Juan Carlos, Mariola, Benito, Alessandra, Juan, Yudith, Jackeline, Édgar y Ariana, quienes apostaron sin racionalizar por esta aventura de amor y servicio.
Todos se reunieron unas horas antes de viajar a Puno en el terminal terrestre de Cusco, donde conectaron sus corazones que recién se conocían. Llegaron a Puno por la madrugada, luego se dirigieron a Capachica, desde este lugar abordaron las lanchas para llegar finalmente a la isla.
En el puerto de la Isla Amantaní, los recibieron muy alegres sus amigos y aliados Alexa y Abel Mamani Calsin para llevarlos hasta el hogar de mamá Anselma, quien estaba esperándolos con un delicioso desayuno.
Antes de comenzar el primer día del taller, cerca del mediodía, el grupo realizó un “círculo de amor” para encomendarse a sus ancestros, a los guardianes espirituales de la mágica isla y a toda la magia de la vida misma que hacía posible que sean y estén en ese momento.
Entonces, llegó el gran momento, el equipo “Muyuy Tejiendo Tribu” realizó el plan piloto para las “Escuelas Muyuy”, sembrando la primera semilla en la Isla Amantaní. Hubo gran expectativa por parte de las 65 niñas y niños preinscritos y sus familias por saber lo que tenían preparado para ellos; con mucho entusiasmo las niñas y los niños, acompañados de sus padres, acudieron durante dos días a nuestros talleres simultáneos de arteterapia, ecomanualidades, biodanza, teatro, ludoteca, tutoría y biblioteca, alimentación consciente (cocina saludable) y círculo de mujeres.
Al culminar los talleres, se reafirmó en toda la tribu que el lenguaje del corazón es universal y que el brillo en los ojos de las niñas y los niños era la luz de la esperanza. Sin duda, los participantes en la Isla Amantaní experimentaron algo diferente que les tocó el corazón, semillera del nuevo amanecer que juntos tejeremos en tribu.
Comparte este artículo :
Publicaciones destacadas:
Publicaciones destacadas: